El torpedo del Brexit





¿Qué es el Brexit?

Brexit es un acrónimo de dos palabras en inglés: Britain (Gran Bretaña) y exit (salida) y hace referencia al proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europa.
El artículo 50 del Tratado de la Unión Europea es el que regula el proceso de retirada de cualquier Estado miembro.  Según este precepto, todo país miembro de la Unión podrá decidir su salida de conformidad con sus normas constitucionales. Tras comunicar esta decisión, la UE negociará con dicho Estado la forma de su retirada y sus relaciones futuras con la Unión.
Este proceso de salida de Reino Unido se inició tras el referéndum celebrado el 23 de junio de 2016 y la posterior notificación dirigida al Consejo Europeo el 29 de marzo de 2017.



¿Por qué Reino Unido lo ha aplicado?

Cameron notificó la convocatoria después de negociar con los otros países miembros de la UE reformas específicas en beneficio de Gran Bretaña y que le permitirían abogar por una permanencia dentro del bloque.  Aunque algunas de sus propuestas fueron rechazadas otras saldrían adelante, pero era tarde. La votación del Brexit estaba encima de la mesa.
Cameron era un europeo bipolar, quería contentar a todos y finalmente se hizo un harakiri político. Tras el del Brexit jamás le perdonarían en Europa su juego de ruleta rusa con votaciones que afectarían a todos.
El relevo lo cogió la conservadora Theresa May para seguir adelante con esta salida.
Tras las duras derrotas en el Parlamento destapan la debilidad del gobierno de May.

Pero, ¿sabemos qué quieren realmente los partidarios a favor del Brexit?

Inmigración
Ser miembro de la Unión Europea significa aceptar la libre circulación de personas sin poder poner límites a la inmigración. Los países de la UE son ya 28, y en la lista de espera para entrar se encuentran Albania, Macedonia, Montenegro, Serbia y Turquía, la última de las cuales tiene ella sola una población de 72 millones de personas. Abandonar la Unión es el único modo de recuperar el control de las fronteras británicas y de poner freno al número de inmigrantes que llegan al Reino Unido.

Seguridad
La libre circulación de personas significa que también los criminales y terroristas se pueden desplazar a sus anchas por el interior de la UE. Gran Bretaña sólo podrá garantizar la seguridad de su territorio si recupera las riendas de sus fronteras

Cuestión de soberanía.
La mitad de las leyes en vigor en Gran Bretaña han sido aprobadas por burócratas de Bruselas. El Tribunal Europeo de Justicia dicta sentencias contrarias al parecer de los tribunales británicos. Sólo abandonando la UE el Reino Unido podrá volver a tomar el timón de su destino y ser un país soberano, regido por sus propias leyes y no por lo que diga Bruselas. Pertenecer a la OTAN y al Consejo de Seguridad de la ONU es más relevante en el tablero internacional que pertenecer a la UE.

Ahorrar dinero.
Pertenecer a la UE sale muy caro. Gran Bretaña contribuye cada semana con 350 millones de libras esterlinas al mantenimiento de la UE, lo que supone 20.000 millones de libras al año. Si el Reino Unido abandona la UE, esa montaña de dinero se podría destinar a inversiones en el país y a mejorar los servicios públicos.

Más eficiencia y menos burocracia.
Bruselas no funciona. Es una maquinaria lenta, con un exceso de burocracia, poco transparente y aún menos democrática. Pero, sobre todo, es ineficiente: se ve lastrada por una profusión de papeleos, de reglamentos y normativas que no sólo eternizan los tiempos de actuación sino que suponen una fuerte carga económica para las empresas, fuera de la Unión las empresas crecerán y tendrán más lazos comerciales.

Por este lado tenemos las opciones a favor, pero los menos conservadores, progresistas, jóvenes estudiantes y seguidores de la Unión se agarran a estos otros argumentos.

Acto irreversible e irresponsable.
Dejar la UE sería una acción irresponsable que tendría efectos negativos en las generaciones venideras. Desde la creación de la UE, Europa ha experimentado el mayor periodo de paz y estabilidad de su historia. Salir de la Unión Europea significaría abandonar todo eso y dar un salto a no se sabe dónde.
La UE necesita cambios y reformas, que sólo se pueden impulsar si seguimos dentro.

Varapalo económico.
Salir de la UE supondría un tremendo varapalo para la economía británica. Al año el Reino Unido recibe 24.000 millones de esterlinas en inversiones de la UE, y a mitad de las exportaciones británicas tienen Europa como destino. Marcharse de la UE tendría además un terrible efecto sobre los mercados financieros, desataría un caos y debilitaría a la libra, encareciendo la vida de los británicos y pudiendo provocar una grave crisis.

Cuestión de peso geopolítico.
Abandonar la UE significaría una Gran Bretaña aislada y que perdería buena parte de su capacidad de influencia política y geoestratégica.
Aunque Reino Unido solicita también continuar en el programa de I+D de la UE, en Europol, en la euroorden o en el sistema de navegación por satélite Galileo. Y mantener el actual flujo de datos entre Bruselas y Londres, como si el brexit no fuera a producirse. En materia de seguridad exterior, el Gobierno de May reclama acceso privilegiado a la información de la UE y participar en la toma de decisiones, enviado a funcionarios británicos a las instituciones comunitarias de forma permanente. Si no fuese poco los británicos no pueden quedarse en la euroorden ni en las bases de datos del sistema de información Schengen. Tampoco hay salida a las fronteras con Irlanda.

Seguridad e inmigración.
Salir de la UE haría de Gran Bretaña un país más vulnerable e inseguro. Vivimos en un mundo globalizado donde todas las amenazas, empezando por la amenaza terrorista, son globales y sólo pueden gestionarse a través de la cooperación entre los países. Sólo la colaboración entre las distintas fuerzas de policía y servicios de seguridad puede impedir atentados.

Escisiones nacionalistas.
Irse de la UE podría suponer la destrucción del Reino Unido. Escocia pediría la convocatoria de un nuevo referéndum sobre la independencia y en ese caso es muy, muy probable que ganara el "sí" y optara por abandonar el Reino Unido para permanecer en la UE. También Irlanda del Norte podría seguir ese camino y Gales podría optar también por recorrer esa misma senda. Además, millones de ciudadanos británicos no podrían viajar, estudiar, trabajar en otros países europeos. Y los jubilados británicos (hay más de medio millón residiendo en España) perderían el derecho a utilizar los servicios públicos, sobre todo la sanidad, de los países europeos en los que viven.




Europa y el Brexit

El problema de este plan es que desde Bruselas se le ven muchos agujeros, y por muchas razones. Nada asegura que el relevo de May vaya a lograr sacar adelante el acuerdo siguiendo esa estrategia, y en caso de escoger ese camino, el riesgo de un Brexit sin acuerdo aumenta considerablemente.
Bruselas ya se está preparando para este divorcio y las cosas van a cambiar. Por eso han presentado un plan de contingencia que cubría los 14 sectores críticos para la Unión Europea.
Ya existe un acuerdo sobre la aviación, donde Reino Unido tendría que ajustar los servicios de seguridad aérea y sistemas aduaneros. En temas de pesca a Reino Unido sólo podrá faenar en aguas europeas hasta finales de 2019, llegando después a acuerdos aún sin escribir.
Países Bajos y Francia reforzarán su sistema aduanero con más agentes e infraestructuras para poder hacer frente al nuevo sistema, mientras que Alemania se preocupa por las pequeñas y medianas empresas que poseen lazos comerciales con Reino Unido. La salida de empresas financieras a París, Fráncfort o Dublín ya es una realidad, situación que preocupa ya que no es recomendable una salida bruta.



España y el Brexit

Tal y como dicta Elcano “El Brexit es una mala noticia para España. Tanto los vínculos económicos y personales como el carácter atlántico que comparten España y el Reino Unido abocan a España a ser uno de los países que más tiene que perder con la salida británica de la UE. Con el Brexit, España se queda sin un socio estratégico para algunos temas clave dentro de la Unión. También pierde en términos económicos por la alta intensidad de la interdependencia comercial, financiera de inversiones cruzadas y de turismo entre ambos países” España podría perder 3 millones de turistas.
“Finalmente, en lo referente a Gibraltar es evidente que el Brexit exige resolver el marco futuro de las relaciones de España con el territorio e incluso mejorar las posibilidades de una solución al contencioso. A corto plazo es conveniente no contaminar la negociación y alejarse del ruido que han querido introducir aquí sectores nacionalistas británicos.”
Recordemos que en el Campo de Gibraltar es una comarca en la que viven 300.000 personas y tiene una de las mayores tasas de paro y marginalidad de España.

9.000 personas tienen empleos directos en el peñón de Gibraltar, empleos que podrían reducirse drásticamente con la llegada del Brexit. La circulación de mercancías, la devaluación de la Libra, la cualificación profesional, más impuestos, las condiciones laborales, el roaming e incluso los carnets de conducir son factores que dependen de una salida suave o fuerte de la Unión. En este aspecto coinciden Picardo y el Gobierno español, recordemos que en Gibraltar salió un claro no al Brexit, ya que veían perfectamente lo que se les venía encima.

Economía España-Reino Unido:



Unión Europea

La Unión Europea se creó con el fin de unir a los países de Europa, atormentados con los fantasmas del pasado.
Vivimos hoy en día uno de los momentos más críticos desde su creación, ya que el auge de los populismos que devoran la democracia europea, la crisis de los refugiados, las duras sanciones en la crisis a países como Grecia, Portugal o España dictadas por los poderosos hicieron tambalear a la Unión.
Es innegable que tiene errores, pero hay que solucionarlos todos juntos.
La Unión necesita una campaña de publicidad para que sus ciudadanos, sobre todo nosotros, lo más jóvenes, sepan cómo es, cómo actúa y cómo defienden nuestros derechos y libertades, sin escuchar a los que bombardean con mentiras y argumentos para la ruptura. Tanto en Cataluña como en el Brexit las "fakes news" y los bulos propagados por las redes sociales han incrementado estos problemas. Es el mecanismo más fácil para llegar al mayor número de personas. 
Este vídeo recoge perfectamente el problema.
Los medios sensacionalistas también han jugado una partida importante con la desinformación, acusando a la UE desde pagar a malabaristas africanos para que fuesen a Reino Unido a que rebajasen el sonido de las gaitas en Escocia, desinformación que cala perfectamente en la sociedad inglesa. 
La Comisión Europea en Reino Unido recogió más de 500 bulos propagados por redes sociales y medios sensacionalistas. 

El brexit y la desinformación han estado presentes en las últimas elecciones al parlamento europeo. Elecciones que auguraban un resultado catastrófico para la Unión pero que, afortunadamente, los europeístas han conseguido frenar. Un dato esperanzador ha sido que la participación en las elecciones ha subido tras 20 años de bajada, un síntoma de que las cosas van a cambiar en Bruselas. 















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